Cristina Romero Babrbero.

20/4/10

NOTICA UNIDAD 8

“Competencia multa al oligopolio del gel de Sara Lee, Puig y Colgate con 8 millones”.


La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha impuesto multas que suman más de 8 millones de euros a Sara Lee, Puig y Colgate Palmolive por instrumentar y mantener un cártel de fabricantes de gel, según informó el organismo, que subrayó que es la primera vez que sanciona en aplicación del programa de clemencia. Los directivos de las firmas implicadas acordaron un aumento encubierto de los precios de geles de baño en más de un 15 por ciento, que enmascararon mediante la reducción de los envases.

En virtud del programa de clemencia, los miembros arrepentidos de un cártel pueden quedar eximidos de multa o ver reducida la cuantía de la misma si deciden denunciar al resto de miembros y facilitar pruebas en su contra. Así, por su colaboración, la compañía Henkel no deberá pagar los 4,27 millones de euros con los que habría sido sancionado y Sara Lee ve reducida su multa de 6,19 a 3,71 millones, un 40 por ciento. Por su parte, Puig deberá hacer frente a una sanción de 2,43 millones de euros, mientras que la multa impuesta a Colgate Palmolive asciende a 2,17 millones.

En una resolución del 21 de enero, el Consejo de la CNC considera acreditada la existencia, desde finales de 2005, de un cártel entre los principales fabricantes de gel de baño y ducha, explicó el organismo presidido por Luis Berenguer en un comunicado.

El expediente se originó el mismo día en que entró en vigor en España el programa de clemencia -28 de febrero de 2008- y después de que Henkel y Sara Lee presentaran ante la CNC sendas declaraciones en las que denunciaban la existencia del cártel así como su participación y la de Puig, Colgate y Colomer.

Tras las denuncias, Competencia inspeccionó las sedes de todas las empresas implicadas, previa concesión de "exención condicional" a Henkel, puesto que fue la primera en aportar pruebas que permitieron ordenar el desarrollo de la investigación.

Por otra parte, el organismo rechazó la exención a Sara Lee que, no obstante, se ha beneficiado de una reducción de la multa porque en su solicitud de clemencia ofreció "elementos de prueba de dicho cártel que han aportado un valor añadido significativo a la CNC".

Aumento encubierto de los precios En su resolución, la CNC concluye que Henkel, Sara Lee, Colgate y Puig formaron parte efectivamente del cártel, mientras que en el caso de Colomer considera que deben continuar las investigaciones para esclarecer su participación. Según la CNC, los máximos directivos de las empresas implicadas, líderes del sector, acordaron en varias reuniones un aumento encubierto de los precios del gel de baño y ducha en algo más de un 15 por ciento.

Para enmascarar el encarecimiento y dificultar que fuera detectado, los fabricantes acordaron vender el gel en envases más reducidos que los utilizados hasta el momento manteniendo los precios.

Bajo este acuerdo, Henkel, Sara Lee y Puig redujeron entre junio de 2006 y mayo de 2007 los envases de sus marcas Fa, La Toja, Magno, Sanex, Lactovit, Kinesia y Heno de Pravia en un 15 por ciento de su capacidad, en tanto que Colgate no llegó a reducir sus envases en la fecha acordada.

Se trata de una conducta tipificada como "muy grave" y de cuya ilegalidad eran plenamente conscientes las empresas implicadas, según la misma fuente.

Competencia subrayó que la infracción no sólo afecta a las marcas que han reducido el envase, sino también al resto del mercado porque el hecho de que las marcas líderes incrementen sus precios implica que su distancia respecto a las demás sea mayor.
Esto significa que el resto de marcas, incluidas las blancas, disfrutarán de un mayor margen para subir sus precios o para renunciar a sus políticas promocionales, sin que ello les suponga ningún riesgo de perder cuota de mercado. Así, la actuación de las empresas sancionadas supone un perjuicio directo para los consumidores, ya que reduce la presión competitiva entre los productores, lo que se traduce bien en mayores precios bien en menores ofertas.

27/1/10

Milton Friedman


MILTON FRIEDMAN


Keynes


Karl Marx


Adam Smith


ACTIVIDADES OFERTA Y DEMANDA

ACTIVIDAD 1:

Considera el mercado de automóviles. Identifica en cada uno de los acontecimientos aquí enumerados cómo afectan a la demanda o a la oferta.
a) La gente decide tener más hijos.

b) Sube el precio de la vivienda.

c) Los ingenieros desarrollan nuevas máquinas automatizadas para producir automóviles.

d) Sube el precio de las motocicletas.

e) Una caída de la bolsa de valores reduce la riqueza de la gente.

f) Baja el precio del petróleo.

g) Aumenta el precio del transporte público.

h) Sube el precio del caucho.

ACTIVIDAD 2:

Realiza el siguiente test interactivo [TEST]

Vídeo: ¿Qué es ECONOMÍA?

EL CONCEPTO DE ECONOMÍA

Noticia económica

El euribor y la caída de precios dejan el esfuerzo para comprar vivienda en mínimos de 2004 [Leer más]

25/1/10

Artículo para comentar

EL COLTÁN Y LA GUERRA DEL CONGO

La voracidad por acceder al coltán, imprescindible para las nuevas tecnologías, se encuentra tras la última guerra del Congo, país que posee el 80% de las reservas mundiales de este mineral.




El nombre ‘coltán’ procede de la abreviatura de columbita y tantalita, minerales que contiene este tipo de roca. De estos minerales se extrae el tantalio y el niobio, utilizados en distintas industrias de aparatos eléctricos, centrales atómicas, misiles, fibra óptica y otros, aunque la mayor parte de la producción se destina a la elaboración de condensadores y otras partes de los teléfonos móviles.
La escalada de precios del coltán comenzó hace relativamente poco tiempo y tuvo que ver con el uso de tantalio para la fabricación de microchips de nueva generación que permitían baterías de larga duración en teléfonos móviles, videojuegos y portátiles. Los precios se dispararían aún más, unos años antes del año 2000, cuando comenzaron a escasear las reservas de coltán en Brasil, Australia y Tailandia. Como ejemplo ilustrativo, basta decir que, por ejemplo, la japonesa Sony tuvo que aplazar el lanzamiento de la segunda versión de la Play Station 2 debido a este inconveniente.
Ante todo esto, las miradas se habían vuelto hacia la República Democrática del Congo, país que posee el 80% de las reservas mundiales de coltán en el subsuelo de las provincias del Este, especialmente en los Kivu, fronterizos con Ruanda y Uganda, los más fieles aliados de EE UU en la zona.
El coltán puede considerarse como la principal causa del desencadenamiento de la última guerra en el Congo. Un conflicto que tiene su origen en agosto de 1998 y que terminaría oficialmente en 2003 y sobre el que Naciones Unidas en su informe S/2002/1146 de 16 de octubre de 2002 (cuatro años después del inicio) dijo: “Para los más de 20 millones de personas que viven en las cinco provincias de la región oriental de la República Democrática del Congo, el número de defunciones directamente atribuibles a la ocupación de Ruanda y Uganda puede estimarse entre 3 y 3,5 millones de personas”. Más recientemente, en julio de 2004, el Internacional Rescue Committee estimaría en 3,8 millones el número de muertes atribuibles directa o indirectamente a la guerra desde el año 1998.




Coltán manchado
En realidad el mayor beneficiario del coltán congoleño durante la guerra fue Ruanda. Según informes de Human Right Watch, el Ejército regular, o bien alguna de las guerrillas que financiaba, empleaba prisioneros hutus, así como a población local, incluidos niños para la extracción del mineral en los yacimientos de aluvión que salpicaban el área bajo su control.


Antes de que el mineral fuera transportado por carretera o avión a Ruanda habría pasado por cuatro o cinco comisionistas, generalmente miembros de alto rango del Ejército o de alguna de las facciones guerrilleras. Una vez en Ruanda, el mineral pasaba al departamento administrativo informal ‘Congo Desk’ y dos empresas: Rwanda Metals y Grands Lacs. La organización de Uganda en la extracción del coltán, según informes de la ONU, era mucho menos sistemática y piramidal, y también estarían involucrados altos cargos del Ejército o de las guerrillas financiadas, entre otros, por un hermano del actual presidente de Uganda.
A partir del año 2001 la ONU había enviado a la zona un ‘grupo de expertos’. Los informes por ellos elaborados proponían para acabar con la guerra la declaración de un embargo en la zona tanto de armas como de las importaciones y exportaciones de oro, diamante y coltán sobre los países invasores. De la misma forma, proponían sancionar tanto a los países como a las empresas que incumplieran con el embargo. También aconsejaba una congelación de los activos financieros de los movimientos rebeldes (aliados de los países invasores) y sus líderes y que se estableciera un proceso de certificación de origen del diamante, oro y coltán.
Los innumerables informes de diversas ONG o de la propia ONU que iban saliendo a la luz, y que acusaban a Ruanda y Uganda del expolio de las riquezas minerales del Congo, permitieron una cierta presión internacional y el establecimiento de listas negras de empresas que operaban en la zona. Así 34 empresas (27 occidentales) fueron acusadas de importar coltán y casiterita y se consiguió que la compañía aérea belga Sabena suspendiese el transporte del mineral que realizaba desde Kigali (capital de Ruanda) a Bruselas. Sin embargo, otras rutas alternativas siguieron funcionando, y un considerable porcentaje del coltán congoleño siguió saliendo al mercado camuflado como procedente de Brasil o Tailandia.
Las medidas tomadas resultaron muy poco efectivas y en el Consejo de Seguridad no se llegó a ningún acuerdo para adoptar otras más influyentes. En realidad, ni el Gobierno de EE UU ni los de la Unión Europea mostraron una voluntad política real para acabar con el conflicto en detrimento de sus intereses particulares. Más bien al contrario: muchos países occidentales siguieron ayudando a Uganda y Ruanda tanto militarmente como a través de cuantiosas ‘ayudas al desarrollo’. Por ejemplo, la agencia de ayuda británica (DFID) anunció en septiembre del año 2000 un préstamo de 95 millones de dólares sobre un periodo de tres años para ayudar al Gobierno ruandés. Resulta paradójico y difícil de comprender cómo era necesaria una ayuda a países que poseían los suficientes recursos para invadir a su vecino. En este sentido, informes publicados por la ONU en abril de 2001 estimaban que el gasto militar de Ruanda en municiones, abastecimiento y vuelos de su Ejército en el Congo rondaba los 60 millones de dólares al año, mientras otros informes también publicados por la ONU y por comisiones independientes estimaban que en el año 2000 Ruanda había ganado 40 millones de dólares por diamantes, 15 millones por el oro y 191 millones por el coltán, todos extraídos en suelo congoleño. Uganda habría ganado en sus zonas bajo control 1,8 millones por diamantes, 105 millones por el oro y 6,2 millones por el coltán.
Ruanda y Uganda no sólo se beneficiaron durante el periodo de guerra de la ayuda de los países donantes, sino que parte de sus deudas externas fue cancelada y además fueron considerados como modelos de desarrollo económico.
Por otro lado, la ayuda militar también continuó durante el conflicto, y fueron firmados planes de cooperación entre EE UU y los dos países africanos. Sorprendentemente, el acuerdo con Ruanda llegó después de que una de sus guerrillas tomase Bukavu, la capital de Kivu Sur, en mayo-junio de 2004.


Cuestiones sobre el texto:


a) ¿Cómo está perturbando la vida en el Congo la posesión del Coltán?
b) ¿Quiénes son según tu parecer los responsables de esta situación?
c) ¿Crees que tú como consumidor, tienes alguna responsabilidad?